Recortes de prensa

Varios amigos me han enviado un montón de documentos de la Sociedad de Culto al Placer. Estos anuncios han sido publicados en día 20 de marzo en varios periódicos nacionales. Parece ser que intentar reclutar gente para crecer.

Últimos acontecimientos

Acabo de llegar de un viaje y me he encontrado un panorama de lo más sorprendente. Está claro que algo o alguien está detrás de la Sociedad de Culto al Placer y que algo está pasando dentro de su organización, están decididos a salir a la luz, han creado una página web: www.cultoalplacer.com y están intentando reclutar a gente a través de anuncios… Prometo seguir investigando.

El documental

Por fin. Aquí lo tenéis. Espero que os guste y que la luz inunde la oscuridad…

Viaje a Venecia

El tema de las máscaras ha supuesto un giro radical en mis investigaciones. En mi viaje a Venecia se han confirmado mis sospechas. Estuve preguntando donde se fabrican y se venden. Estuve en varios talleres y tiendas y en uno de ellos, que presume de crear las máscaras mas bonitas del mundo, les pregunté con cautela por sus clientes. Como me imaginaba no me darían ningún nombre averigüé su volumen de ventas. Cada año rondan las 7000 máscaras vendidas. El hombre me habló de la calidad de su trabajo. Me dijo que él era un artista, pero nada de acerca de sus clientes. Aunque después de alabar su trabajo, sí me confirmó que últimamente a España solían mandar muchas. Una pista importante es que las mascaras en su interior están firmadas por una marca: Fiori. Si veis alguna, pensad mal y acertaréis…

Grandes avances

Este fin de semana he conseguido grandes avances en mi andadura por descubrir más acerca de la Sociedad de Culto al Placer. Tras una conversación con mi amigo Carlo Baratolli, catedrático de historia de la Universidad de Roma éste me confirmó que el uso de máscaras y capas es debido a un hecho que tiene su origen en un palacio en la costa de Lesolo conocido como Il piacere. Su nombre se debe a que grandes familias acaudaladas europeas solían ir a celebrar fiestas en las que los placeres más viscerales de sus invitados se cumplían sin tapujos. Pues bien, existe otra teoría que cuenta que al finalizar las fiestas, los invitados no podían parar de llorar de felicidad y que sus caras quedaban desencajadas por la risa. Por ello volvían siempre con el rostro cubierto con máscaras, pues no querían que nadie viese esa expresión. Una versión mucho más morbosa que la del simple hecho de querer ocultar su identidad…